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Hay etapas de la vida en las que nos encontramos en la tesitura de no ser capaces de resolver por nosotros mismos los problemas a los que nos enfrentamos. Esto puede conllevar un malestar, tanto a nivel emocional, como en muchos casos, físicos, que hace que no podamos ser plenamente felices. Es cierto que no pueden establecerse unos cánones exactos a partir de los cuales debamos ir al psicólogo, ya que decisión depende de cada persona. Pero sí que existen una serie de síntomas que, cuando son identificados, hacen aconsejable acudir a un psicólogo.

La necesidad de ir a la consulta de un especialista en psicología puede manifestarse, en primer lugar, mediante la sensación de imposibilidad de mantener el control de nuestra vida cuando suceden ciertos acontecimientos, en ocasiones cotidianos, que forman parte de nuestra vida.. Esto,  puede dar pie a síntomas, como por ejemplo la somatización. Es decir, la aparición de dolores en determinadas zonas del cuerpo sin razón física aparente que lo justifique o, en casos, la irrupción más o menos espontánea de ataques de ansiedad, que pueden generar pensamientos obsesivos y recurrentes, hiperventilación, acelaración del ritmo cardíaco, etc.

Otro motivo más puede ser cuando se pierde el control sobre las emociones, lo que puede llevar al llanto, la angustia, la rabia o la tristeza sin que podamos hacer demasiado por evitarlo. Esto suele suceder cuando nos enfrentamos a una situación límite o no, que no seamos capaces de resolver por nosotros mismos, como puede ser la derivada una crisis de pareja, o problemas con los hijos. También es posible que cuando esto se produzca, sea el área emocional el que domine nuestras acciones y seamos incapaces de actuar con objetividad y raciocinio.

PsicologoLa aparición de pensamientos negativos recurrentes, cuando estos se convierten en una constante e influyen en las decisiones que se toman en el día a día, también es un síntoma que evidencia la necesidad de visitar a un especialista en psicología. Aún más evidente es dicha necesidad cuando estos pensamientos negativos se transforman en  algo intolerable y de lo que no se puede salir, pudiendose llegar a generar, en el peor de los extremos, un deseo de que la vida se acabe lo antes posible…

Sin llegar a ese extremo, otros factores que evidencian que existe un problema que requiere de terapia profesional para ser subsanado son, por ejemplo, la aparición de un sentimiento de ira incontrolable capaz de generar conductas que nos lleven a situaciones límite, el pensamiento de que todos los que nos rodean están en nuestra contra o la imposibilidad de conciliar el sueño y descansar correctamente. En este último caso, antes de recurrir a la medicación farmacológica, es recomendable acudir a un psicólogo en busca de ayuda ya que, en muchos casos, no es necesario el consumo de psicofármacos.

Cuando se identifican cualquiera de estos síntomas y se tiene la certeza de que, por nosotros mismos, no vamos a ser capaces de superarlos, es recomendable acudir a la consulta de un especialista en psicología. Es frecuente, que al poco de empezar la terapia, muchos de los pacientes experimenten una mejora significativa.

 

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